sábado, 24 de mayo de 2014

LA EDUCACIÓN DEL PUEBLO HEBREO

Concepto Teocrático de la persona

El hombre es naturaleza creada por Dios, es una criatura de Dios hecha a su imagen y semejanza.
El hombre es libre y esa libertad conlleva un riesgo, con la libertad aparece el pecado.
Los judíos no distinguen estrictamente la dualidad cuerpo-alma. La dualidad humana para los judíos fue la “carne” y el “espíritu” referidos respectivamente al hombre de frágil naturaleza y al hombre de eterna alianza, al hombre de Dios.

En los Proverbios, la sabiduría aparece como lo más valioso que puede buscar la persona:
“la sabiduría vale más que las piedras preciosas, y cuanto hay de codiciable no puede comparársele”

La educación por tanto es un proceso de “espiritualización” de la persona, es decir, en hacer del hombre un ser espiritual. La ética y la sabiduría humana solo tienen sentido en cuanto a su referencia a lo que Dios ha revelado a los hombres.


-El hombre bíblico:

-El hombre se halla frente a Dios que le dice algo: el hombre tiene una relación de semejanza y dependencia de Dios.
-El hombre no está solo: comparte su vida en comunidad.
-El hombre es señor y protagonista de su historia pero no de la tierra y lo que habita en ella.
-El hombre es un ser libre, capaz del bien y del mal y dueño de su destino.

El “Decálogo” y pedagogía del pueblo judío
El Decálogo (los diez mandamientos) es la parte esencial de la Alianza entre Yaweh (Dios) y el pueblo, esto le otorga al pueblo la salvación:

-No tendrás otro Dios que a mí.
-No tomarás en falso el nombre de Yahweh, tu Dios…
-Acuérdate del día del Sábado para santificarlo.
-Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas largos años en la tierra…
-No matarás.
-No adulterarás.
-No robarás.
-No testificarás contra tu prójimo falso testimonio.
-No desearás la casa ni la mujer de tu prójimo…



El amor a Dios y la observancia de la Ley son, dan fundamento a la pedagogía del pueblo de Israel, en el seno familiar y en el de la comunidad. “Amarás a Dios por encima de todas las cosas”

El Deuteronomio se refiere con insistencia al amor de Dios y a la observancia de la Ley, sin olvidar las sanciones que pueden sobrevenir al pueblo de Israel. Si no se cumplen aparecen enseguida la amenaza y el miedo a un Dios que castiga, que maldice, llevando el temor al pueblo no escogido o al pueblo escogido que ha faltado al amor o la ley.

La pedagogía del decálogo, es la pedagogía del amor y la unidad, “Dejar de amar o ayudar al prójimo es una falta a Dios”.

“Libros sapienciales”, fuentes de educación

Sabemos que la sabiduría es el camino hacia la espiritualidad, pero hay que añadir más cosas:
-La sabiduría, atributo divino, con que Dios crea y gobierna todas las cosas.
-Conocimiento del orden de las cosas creadas o ley divina.
-Acercamiento de los hombres del pueblo de Israel a la amistad con Dios.
-Fuerza que empuja al hombre a dar a Dios el culto debido y a observar sus mandamientos.

Sabiduría: conocimiento personal de la ley.

El libro de Job sostiene que el infortunio del justo no está en contradicción con el “orden divino”. Dios trata a cada uno en función de lo que hace, (dolor, miseria, desgracia…).

El profeta: habla en nombre de Dios y predica la verdad. En otros pueblos se les conoce como sacerdotes, oráculos…

La educación en la familia

El padre se encarga de educar a los hijos y disponer de la hacienda y personas de la familia.
La madre desempeña una función primordial en la formación de los hijos en los primeros años, en la adolescencia y en la juventud.
El hijo se educa en la obediencia, el respeto a sus padres y ancianos en la piedad con Dios y en la
alabanza de aquellos.
“Escucha a tu padre el que te engendró, y cuando envejeciere tu madre no la desprecies”

Utilizaban castigos físicos.
Las niñas son educadas para el matrimonio, aprendían a ser amas de casa. Se les exigía pudor y severidad, los padres deben velar por la honra de las hijas.

La sinagoga y las escuelas

Sinagoga: Fue la primera institución docente que enseñó sistemáticamente la lectura y los comentarios de texto de la Ley. En sus comienzos la sinagoga tuvo una misión meramente religiosa. Posteriormente se convirtió en un lugar de instrucción donde se explicaba la Ley y los textos de profetas y de convivencia. En torno a las sinagogas, se crearon escuelas al frente de las cuales enseñaban los escribas.

Las escuelas:
- La escuela elemental: (niños de 6-10 años), aprendían a leer y recitar libros sagrados, principalmente el Pentateuco, para conocer el pasado de su pueblo. El maestro tenía prestigio social y religioso.

- La escuela media: debía durar 4-5 años a partir de la elemental, en ella aprendían la ley oral, los mandamientos de la Ley y las tradiciones.

- La escuela superior: era la de los escribas, los “sabios oficiales” del pueblo. Se ocupaban de la interpretación de textos sagrados donde escribían sus propias ideas. En dicha escuela se formaba a futuros maestros (sofer) y escribas.

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